Ellas siguieron el camino del carmelo…
Ellas estaban apasionadas por Jesuscristo!
Santa Teresita del Niño Jesús
Su vocación en el corazón de la Iglesia
Ser tu esposa, Jesús, ser carmelita, ser por mi unión contigo madre de almas, debería bastarme… Pero no es así… Ciertamente, estos tres privilegios son la esencia de mi vocación: carmelita, esposa y madre.
Sin embargo, siento en mi interior otras vocaciones : siento la vocación de guerrero, de sacerdote, de apóstol, de doctor, de mártir. En una palabra, siento la necesidad, el deseo de realizar por ti, Jesús, las más heroicas hazañas… Siento en mi alma el valor de un cruzado, de un zuavo pontificio. Quisiera morir por la defensa de la Iglesia en un campo de batalla…

Santa Isabel de la Trinidad
Sus primeros días en el Carmelo
Encontré mi Cielo en la tierra en mi querida soledad del Carmelo, donde estoy solo con Dios. Todo lo hago con Él, por eso voy a todo con alegría divina; ya sea que barra, trabaje u ore, todo lo encuentro bueno y delicioso, ¡ya que es a mi Maestro a quien veo en todas partes! (Ct 139)
Oh, ya ves, en el Carmelo todo es delicioso, encontramos al buen Dios tanto en la lavandería como en la oración. Sólo Él está en todas partes. Lo vivimos, lo respiramos. Si supieras lo feliz que soy, mi horizonte crece cada día. (Ct 89)

Santa Teresa de Los Andes
Su vocación de carmelita
Santiago, 25 de marzo de 1919
Mi papacito tan querido:
Sólo ayer llegamos de Bucalemu, después de haber pasado días muy agradables en compañía de esos tíos tan cariñosos. Sin embargo, como le dije en mi última carta, los días que pasamos a su lado ocupan un lugar de preferencia.
Papacito, hace mucho tiempo deseaba confiarle un secreto, que he guardado toda mi vida en lo más íntimo del alma. Sin embargo, no sé qué temor se apoderaba de mi ánimo al querérselo confiar. Por eso, siempre me he mostrado muy reservada para todos. Mas ahora quiero confiárselo con la plena confianza que me guardará la más completa reserva.
