Orar en el Carmelo

El Carmelo, es lugar de encuentro con Dios,
con María, y con todos los
buscadores de Dios…

 Te invitamos a Ti también
a “sacarte las sandalias”
y a recorrer este camino de amistad.
Te ofrecemos textos bíblicos,
el fruto de los momentos orantes
de nuestros místicos,
Y nos unimos de corazón
A tu oración y a tus intenciones.

Orar con María

« Atráenos, Virgen María,
caminaremos en pos de ti. »
(Liturgia)

 

Alienta Madre nuestro peregrinaje de fe,
revístenos con tu amor, con tu escapulario. 
Modélanos interiormente
hasta configurarnos con Cristo.

Texto bíblico:

Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María mujer de Cleofás, y María Magdalena.
Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”.
Luego dice al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”.  Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.
(Jn. 19, 25-27)

« Flor del Carmelo
viña florida
esplendor del cielo
Virgen fecunda
¡Oh, Madre tierna!
y toda pura,
a los carmelitas
proteja tu nombre
Estrella del mar. »

Orar con Elías

« ¡Vive el Señor, Dios de Israel,
en cuya presencia estoy…! »
(1 Reyes 18, 15)

Tu has dado Señor al Santo profeta Elías
la gracia de vivir en tu presencia
y tu lo has colmado el celo de tu gloria,
concédenos por su intersección que
contemplando tu rostro lleguemos a ser
testigos de tu amor.

 

Texto bíblico:

Le fue dirigida la palabra del Señor, que le dijo: «¿Qué haces  aquí Elías?»
El dijo: «Ardo en celo por el Señor, Dios de los ejércitos, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han derribado tus altares y han pasado a espada a tus profetas; quedo yo solo y buscan mi vida para quitármela.»
Le dijo: «Sal y ponte en el monte ante el Señor.» Y he aquí que el Señor pasaba. Hubo un huracán tan violento que hendía las montañas y quebrantaba las rocas ante el Señor; pero no estaba el Señor en el huracán. Después del huracán, un temblor de tierra; pero no estaba el Señor en el temblor.
Después del temblor, fuego, pero no estaba el Señor en el fuego. Después del fuego, el susurro de una brisa suave.
Al oírlo Elías, cubrió su rostro con el manto, salió y se puso a la entrada de la cueva. Le fue dirigida una voz  que le dijo: «¿Qué haces aquí, Elías?»
El respondió: «Ardo en celo por el Señor, Dios de los ejércitos, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han derribado  tus altares y han pasado a espada a tus profetas; quedo yo solo y buscan mi vida para quitármela.»
(Reyes 19, 10-14)

El alma sedienta de Dios
Salmo 62 (63)

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.

Oración por la paz en Tierra Santa

« Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios. »
(Mt 5,9)
Oración del Pape Benedicto XVI
en el muro occidental de Jerusalén

Martes 12 de mayo de 2009

 Dios de todos los tiempos,
en mi visita a Jerusalén,
la “ciudad de la paz”,
casa espiritual para judíos,
cristianos y musulmanes,
te presento las alegrías,
las esperanzas y las aspiraciones,
las pruebas, los sufrimientos
y las penas de tu pueblo
esparcido por el mundo.

Dios de Abraham,
de Isaac y de Jacob,
escucha el grito de los afligidos,
los atemorizados
y los despojados;
derrama tu paz
sobre esta Tierra Santa,
sobre Oriente Medio,
sobre toda la familia humana;
despierta el corazón
de todos los que invocan
tu nombre,
para caminar humildemente
por la senda de la justicia
y la compasión.

“Bueno es el Señor
con el que en él espera,
con el alma que lo busca”
(Lam 3, 25).

Intenciones de oración

« Todo lo que pidan en la oración,
crean que ya lo han recibido y lo obtendrán. »
(Mc 11, 24)

¿Tienes alguna intención especial que
quieras confiar a nuestra oración?…

La presentaremos al Señor por manos de Maria,
junto a las necesidades de la Iglesia y del mundo.

Email:  menacarmelites@gmail.com