Teresa de Jesús

Su vida

« Vuestra soy, para Vos nací
¿ Qué mandáis hacer de mí ? »
(Poesía II)

En la alborada del Siglo de Oro español, siglo de las grandes conquistas americanas, del desarrollo de la fe y de la cultura, nace Teresa  un 28 de marzo de 1515, en Ávila. Sus padres don Alonso de Cepeda y doña Beatriz de Ahumada. Ella es bautizada el 4 de abril con el nombre de Teresa de Ahumada. Por sus venas corre «sangre judía» que afecta positiva y profundamente la vida de Teresa.

El deseo de aquello que»no pasa» la fascina ya  desde su primera infancia, a la edad de 7 años  junto a su hermano Rodrigo buscan «ir a tierra de moros» con el fin de morir mártires.

En el año 1528 muere su madre en Gotarrendura, al verse Teresa sin amparo  va a buscar protección a los pies de la Virgen, pidiéndole que en adelante ella fuese su»madre».

A los veintiún años  no obstante la oposición paterna, Teresa ingresa en el Monasterio de la Encarnación en Ávila. Su vida transcurre en el ambiente monástico, dada a la oración y a la meditación.

En sus escritos, Teresa señala sus grandes luchas por alcanzar la perfección.

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Su mensaje

« Es muy buen amigo Cristo, porque le miramos Hombre
y vémosle con flaquezas y trabajos, y es compañía. »
(V 22,10)

Teresa nos anima a vivir la aventura de ir al encuentro de la Humanidad de Cristo  .

Es el «Buen Jesús» quien nos manifiesta el Rostro del Padre, la plenitud de su amor y de su Presencia, esta es la experiencia fundamental de su vida y de su doctrina: Una continua búsqueda del Cristo en los Evangelios y un dialogo de amistad, en un»faz a faz» con quien sabemos nos ama.

Es a través de la lectura de los Evangelios que la Humanidad de Cristo se ilumina poco a poco en Teresa, revelándose en su propia vida como: Amigo-  Hermano – Padre y Salvador. Ella llegara a ser verdaderamente Teresa de Jesús

Teresa nos invita a ir tras los pasos del «Maestro» a revivir en nuestra vida este encuentro vital con la persona de Jesús, meditando constantemente los misterios de su Humanidad, caminar en su compañía y gozar de su presencia.

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