La formación permanente forma parte de nuestra vida, para dejarnos llevar por el Espíritu de manera siempre renovada.
Dedicamos tiempo a la formación teológica y litúrgica, con conferencias en el Monasterio, sesiones organizadas por nuestra Federación y formación en técnica vocal para una mayor calidad de los oficios litúrgicos.
Para comprender mejor la realidad multicultural de nuestros países, recibimos enseñanzas sobre las tradiciones judías y musulmanas, con el aprendizaje de lenguas extranjeras.
Para asumir responsabilidades en la comunidad, beneficiamos también de una formación al trabajo que realizamos : contabilidad, informática, enfermería, manualidades, etc.