Trabajo

« Del trabajo de tus manos comerás,
¡dichoso tú, que todo te irá bien!
»
(Sal 128, 2)

El trabajo se realiza en soledad, en la celda o en el lugar de trabajo personal.

A través de nuestro trabajo cooperamos en la acción creadora de Dios desarrollando con creatividad y belleza los talentos que Dios ha puesto en cada una. Es expresión de nuestro voto de pobreza y nos hacemos solidarias con la condición de todo hombre que mediante el trabajo gana su sustento.

Cada una de nuestras comunidades comparte el tiempo entre el trabajo de casa y la realización de trabajos artesanales destinados a los peregrinos de cada iglesia local y aquellos que nos rodean (rosarios, escapularios, iconos, bordados, hostias, ornamentos litúrgicos…).