La Federación de Monjas Carmelitas de Oriente Medio y Norte de África, bajo el patrocinio de Nuestra Señora del Monte Carmelo, se extiende sobre un vasto territorio: desde Siria hasta Marruecos, pasando por Cisjordania, Israel y Egipto. Pertenecemos a una minoría cristiana, que reside en un ambiente musulmán o judío.
Históricamente, nuestros países han sido los lugares de la revelación bíblica y del cristianismo antiguo, donde nacieron la mayoría de los Padres de la Iglesia, los Padres del Desierto, con el progresivo desarrollo de la expresión de la fe, configurando nuestra vida en medio de un mundo multicultural.
Más recientemente, figuras como Santa Mariam de Jesús Crucificado y San Carlos de Foucauld vivieron en estos lugares su llamada interior a ocultarse y de don absoluto.
Nos sentimos igualmente unidas a los demás países de la región y a las comunidades carmelitanas, en torno al Mar Mediterráneo: a nuestras hermanas de Atenas en Grecia, a la Iglesia presente en la isla de Chipre donde existieron cinco conventos de hermanos en los siglos XIII y XIV, al Líbano donde la presencia de las hermanas y los hermanos data de principios del siglo XX, a Túnez y Argelia que contaron en otros tiempos con monasterios carmelitas femeninos. Más aún, estamos unidos por la historia a Irán, donde el P. Próspero del Espíritu Santo fundó el primer convento de padres carmelitas a principios del siglo XVII, en Irak, donde la presencia carmelitana continúa desde hace unos 400 años.
Nuestra Federación amplió sus horizontes tras la reunión de Chipre en 2019.