“Celebrar la Navidad, es dar la bienvenida a las sorpresas del Cielo en la tierra. No se puedes vivir “tierra, tierra”, cuando el Cielo trae sus noticias al mundo. La Navidad inaugura una nueva era, donde la vida no se planifica, sino que se da; donde ya no se vive para uno mismo, según los propios gustos, sino para Dios y con Dios, porque desde Navidad Dios es el Dios-con-nosotros, que vive con nosotros, que camina con nosotros.
Vivir la Navidad es dejarse sacudir por su sorprendente novedad. La Navidad de Jesús no ofrece el calor seguro de la chimenea, sino el escalofrío divino que sacude la historia. La Navidad es la revancha de la humildad sobre la arrogancia, de la simplicidad sobre la abundancia, del silencio sobre el alboroto, de la oración sobre “mi tiempo”, de Dios sobre mi “yo”.
Celebrar la Navidad es hacer como Jesús, venido por nosotros, los necesitados, y bajar hacia aquellos que nos necesitan. Es hacer como María: fiarse, dóciles a Dios, incluso sin entender lo que Él hará. Celebrar la Navidad es hacer como José: levantarse para realizar lo que Dios quiere, incluso si no está de acuerdo con nuestros planes. San José es sorprendente: nunca habla en el Evangelio: no hay una sola palabra de José en el Evangelio; y el Señor le habla en silencio, le habla precisamente en sueños.
Navidad es preferir la voz silenciosa de Dios al estruendo del consumismo. Si sabemos estar en silencio frente al belén, la Navidad será una sorpresa para nosotros, no algo que ya hayamos visto. Estar en silencio ante el belén: esta es la invitación para Navidad. Tómate algo de tiempo, ponte delante del belén y permanece en silencio. Y sentirás, verás la sorpresa.”
Papa Francisco
Feliz Navidad y bendecido año 2019
Texto completo: Navidad: dar la bienvenida a las sorpresas del Cielo.