Damos gracias al Señor por la visita fraterna de Nuestro Padre General Miguel Márquez a Tierra Santa y a la cuna de la Orden. Llegó el 19 de enero de 2022 hasta el 3 de febrero, día de su regreso a Roma. Según la tradición de nuestra Orden desde el Capítulo General de 1632, el Padre General también tiene el título de Prior del Monte Carmelo. Así que un gesto simbólico pero significativo fue el acto de obediencia de nuestros padres carmelitas a su superior.
Visitó los conventos de los Padres Carmelitas en Israel, los lugares carmelitas, especialmente celebró la Santa Misa en el Wadi, lugar de nuestros orígenes. Visitó al Patriarca Monseñor Pierbattista Pizzaballa y realizó una visita fraterna a los cuatro Carmelos de Tierra Santa. La clausura de su visita fue el 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor en el templo y día de la vida consagrada, durante la celebración de la Eucaristía con las religiosas de la Galilea.
El Padre Miguel accedió a responder algunas preguntas: Gracias por su disponibilidad. Aquí hay algunas sugerencias que pueden invitarlo a decir una palabra a las carmelitas del Medio Oriente y el Norte de África.
- Esta es su primera visita a Tierra Santa como padre general, qué lo trae en este momento de pandemia, sin peregrinos, ¿cuál es su objetivo?
Siempre vengo a Tierra Santa como peregrino, y esta vez como general peregrino que quiere pisar la tierra sagrada y santa de sus hermanos y hermanas Carmelitas aquí para escuchar que les late dentro. He venido para la visita pastoral a los hermanos de Stella Maris. Y, de paso, compartir con los hermanos de la parroquia de Haifa y las carmelitas de los cuatro Carmelos de Tierra Santa. A la vez que las comunidades de la familia del Carmelo y los laicos que quieren caminar creciendo en nuestra espiritualidad y familia.
- Aquí en el Monte Carmelo, nació nuestra Orden, desde aquí se expandió al mundo entero, una palabra sobre nuestras raíces, así como volver a escuchar la fuente de Elías y seguir llevando esa agua fresca al mundo sediento…
Creo que la misma pregunta lleva en sí ya la respuesta. Venir a esta tierra es escuchar y beber de las fuentes de nuestros orígenes, volver a la raíz, auscultar la fuerza humilde de nuestro nacimiento, para dejarnos hoy llevar por el Espíritu a donde nos necesita la Iglesia y el mundo. Beber nosotros, a la vez que ser canales de lo que Dios quiere hacer de nosotros y regalar a través de nosotros.
- Cree posible un trabajo conjunto, en estilo sinodal, para escribir la historia de la Orden en el Medio Oriente, ¿cuáles serían los pasos?
Yo creo profundamente que el futuro sólo puede ser sinodal y de comunión. Si no acertamos a hacer familia y a trabajar unidos nos agotaremos en poco tiempo. En Medio Oriente tenemos que reencontrar la humilde capacidad de contar con los otros en diálogo intercultural, y comprometidos con la realidad de esta tierra. Los pasos son comenzar por transmitir a la Orden la belleza y necesidad de ser Carmelitas en la tierra de los orígenes. Valorarnos unos a otros, hermanos y hermanas y abrir un diálogo de búsqueda compartida de renovación de nuestra vida. Escucha mutua. Revalorizar la necesidad de animar un Carmelo Seglar sano y vivo.
Abrir un diálogo sobre las fuerzas, debilidades, proyectos, etc. En diálogo con la Iglesia y la Vida Religiosa de esta tierra.
- La Santa Madre quería que Padres y Hermanas fueran una sola familia, hasta ahora los padres solo están en el norte de Israel, ¿es posible pensar en recuperar un lugar en Jerusalén?
Es un sueño que tenemos algunos. Me incluyo en este sueño. A muy corto plazo no parece posible. Pero veremos… por ahora pensamos en fortalecer y consolidar en lo posible nuestra presencia en Stella Maris y Muhraqa.
- La Federación de monjas del Medio Oriente y África del norte, agrupa 7 monasterios de una vasta zona de Israel, Palestina, Siria, Egipto, Marrueco, quisiera decirles una palabra de cómo vivir el sínodo desde el monasterio? o lo que el Espíritu le sople….
Me une un vínculo muy especial con estos siete Carmelos y quiero devolverles la pregunta a cada comunidad. Que se reúnan para expresar lo que sienten que puede ser un camino sinodal de animación mutua. Sin idealismos irreales, desde la riqueza de nuestras pobrezas. Creo que cada comunidad debe escucharse en la apertura a la escucha de los/las demás. La Federación es un desafío hermoso de camino en comunión al estilo como Teresa entiende la amistad. Cf. Vida 16,7. “Desengañarse y ayudarse a crecer.”
- Después de concluir su visita: ¿cuál es el principal desafío de nuestra Orden en esta región?
Ser familia. Ser comunidad, es nuestro primer desafío.
Ser Carmelitas enamorados de nuestra vocación y de la tierra que pisamos.
Con mayor estabilidad en nuestras presencias. Personas y tareas.
Inculturar nuestro carisma en la realidad de esta tierra. De forma particular la lengua.
Hacer un plan serio de los posibles proyectos a animar y los trabajos a realizar en nuestros puntos históricos claves, aquí en Monte Carmelo.
Estos son algunos que me vienen a la mente y al corazón. Pero quiero seguir escuchando qué late en el corazón de mis hermanos y hermanas, para hacer juntos este camino de reavivar aquí nuestra presencia.
He pedido que se haga presente un padre de Stella Maris en el Definitorio del mes de marzo para hacer conocer bien la realidad de nuestra presencia en Tierra Santa y los posibles caminos hacia el futuro próximo.
En este camino de sinodalidad admitimos sugerencias de los hermanos y las hermanas.