Comunidad de Nazaret
« Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel
a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David;
el nombre de la virgen era María. »
(Lc 1, 26-27)
El Carmelo de Nazaret fue fundado a través de una palabra del Señor a Santa Mariam de Jesús Crucificado: “Quiero un Carmelo en Nazaret”.
Mariam Baouardy, la primera santa palestina, fue canonizada en 2015 por el Papa Francisco. En 1867 inició su vida carmelitana en el Carmelo de Pau, en Francia; de allí partió con el grupo de fundadoras de un Carmelo en Belén en 1875. Poco después de su llegada, declaró a Mons. Vicente Bracco, Patriarca de Jerusalén, que Nuestro Señor quería un Carmelo en Nazaret para honrar la ENCARNACIÓN. DEL HIJO DE DIOS NACIDO DE LA VIRGEN MARÍA POR ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO. En 1878 llegaron desde Roma las autorizaciones para la fundación. En abril de 1878 Mariam visita el terreno
adquirido en Nazaret para el futuro monasterio. Mariam muere, poco después de su regreso a Belén, el 26 de agosto de 1878. El 28 de julio de 1907 se colocó la primera piedra y el 27 de octubre de 1910 llegaron de Belén las once carmelitas fundadoras, con la hermana Marie-Élisabeth de la Visitación como primera priora. El 14 de noviembre de 1910, fiesta de todos los Santos del Carmelo, comenzaron la vida carmelitana en el nuevo monasterio titulado “Carmelo de la Sagrada Familia”.
« La Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros. »
(Juan 1, 14)
En el Carmelo de Nazaret estamos llamados a revivir la vida de la Sagrada Familia: una vida de adoración, de obediencia al Padre, de comunión, de amor en el humilde trabajo diario.
La comunidad ha sido internacional desde el inicio de la fundación. A lo largo de los años han vivido allí hermanas de todos los continentes. Hoy somos 13 hermanas de 13 naciones diferentes, lo que nos permite aprender a amarnos con nuestros límites y nuestras riquezas, y nos abre a la universalidad.
En un ambiente abierto y alegre, trabajamos como todos nuestros hermanos por el pan de cada día: hostias, estolas y manteles de altar para el servicio de la Santa Misa; rosarios, estampas floreadas, escapularios bordados y otros objetos de piedad tanto para los peregrinos como para los lugareños.
El idioma de la comunidad es el francés. Pero los domingos y festivos la celebración es en árabe, idioma local, esto facilita la participación de cristianos de los alrededores, muchos de los cuales son de rito melquita e incluso de otros ritos, añadiendo una gracia ecuménica a nuestra comunidad. Y ofrecemos lugares de oración para personas que buscan su vocación, así como para diferentes grupos, como la Legión de María, matrimonios jóvenes, niños, jóvenes, etc.
Si nuestro Carmelo tomó el nombre de “Carmelo de la Sagrada Familia”, es para que la Sagrada Familia, Jesús, María y José, estén en el centro de nuestras vidas. Y rezamos por la unidad de las familias, de la Iglesia, de los pueblos, de las comunidades, dejándonos plasmar por la gracia de la Encarnación y la vida de la Sagrada Familia vivida en un clima fraterno.