Algunas figuras de monjes palestinos
Fue un período, a lo largo de varios siglos, cuando el desierto de Judá se pobló de la presencia de innumerables monjes originarios de la Palestina o venidos de todo el mundo.
He aquí algunos de ellos:
San Chariton (275-350) Es quien instauró la vida monástica en el desierto de Judea. Venido de Iconiun, de Asia Menor, había ya conocido la cárcel como confesor de la fe, cuando llegó en peregrinación a Jerusalén. Vivió primero en Wadi Fara. Fundó la Laurea de Douka y Souka en el Wadi Karitoun y murió en el Wadi Fara.
San Hilarión (291-371) Nació cerca de Gaza. Se convirtió al cristianismo cuando estudiaba en Alejandría, bautizado a quince años, vivió con San Antonio por dos meses, se convirtió en un monje y luego regresó a su patria con unos pocos monjes. Durante veintidós años Hilarión llevó una vida solitaria, marcada por el desasimiento total, el ayuno y el trabajo manual, orando sin cesar y meditando en la Escritura.
Pero poco a poco su desierto se convierte en una ciudad, su compasión le lleva a salir de su soledad, para convertirse en pastor de una multitud de monjes y de estar presente en las necesidades materiales y espirituales de todos. Sediento de soledad, huyó, y después de algunos años de peregrinación murió en Chipre.
San Eutimio (377-473) Llegó de Armenia ordenado ya sacerdote y monje en el año 406, con la edad de 29 años. Pasó sus primeros años en la Palestina desde el 406 hasta el 411, en el monasterio de Fara, antes de asentarse en una profunda soledad al interior de una pequeña gruta, que se encuentra en la zona de Mishor Adumim.
A los 52 años aceptó discípulos y la iglesia de su nuevo monasterio fue consagrada por el obispo de Jerusalén.
San Sabas (439 a 532) Vino de la Capadocia: monje joven llegó a Jerusalén casi de 18 años. Primero vivió un largo aprendizaje en el desierto. Él descubrió la hermosura del Cedrón hacia el lado que se elevará gradualmente el monasterio de San Sabas, con grutas a lo largo de ambos lados de una montaña. El se convirtió poco a poco en el padre de una multitud, fundador de monasterios, defensor de la fe ortodoxa, taumaturgo.
Abba Isaías (400-491) De origen copto, hizo su formación en desierto de Skete, dejó Egipto, llegó a Jerusalén y fundó un monasterio en la región de Gaza. Él mismo vivió como un recluso. Él desarrolló una “mística de Jesús”, una “mística de la cruz”.
Dorothée de Gaza (500-560/580) Nacido en Antioquia, contemporáneo de San Benito. Él fue capaz de lograr una síntesis armónica y equilibrada, donde una orientación contemplativa no interfiera con la práctica total del cenobitismo. Es uno de los padres grecos que ha tenido una grande difusión.