Un año de gracia

La dichosa madre es Doña Beatriz de Ahumada. La pareja cristiana, ejemplar y virtuosa dio a Teresa ocho hermanos, los cuales se sumaron a tres hermanos y hermanas del primer matrimonio de su padre, de modo que ella dirá “éramos tres hermanas y nueve hermanos”, siendo Teresa, como ella misma lo confiesa, la más querida de su padre y sus hermanos. Teresa encontró cerca de su madre un gran afecto. Compartieron la misma devoción y les gustaba, entre otros, la lectura de buenos libros, tales como, en primer lugar, la vida de los santos que tuvieron una gran influencia en su vida espiritual.

Así que con este aniversario estamos en un año de gracia … es así que entre cristianos nos gusta llamar cada nuevo año que marca el tiempo que Dios ha creado para nosotros su hijos. Sin embargo el año 2015 después de Cristo se encuentra particularmente  rico en gracias para los hermanos y hermanas de Nuestra Señora. Es en efecto el año de la vida consagrada para la Iglesia universal, según el deseo de nuestro Papa Francisco. También es el año del  aniversario del nacimiento de nuestra Madre fundadora, Santa Teresa de Jesús (Ávila), 28 de marzo 1515; y es también en este año 2015 que se ha anunciado la canonización de la Beata Mariam de Jesús Crucificado, la pequeña arabita, carmelita de Tierra Santa.

¿Cómo estos tres acontecimientos: V Centenario del nacimiento de Santa Teresa, año de la vida consagrada y canonización de Mariam de Jesús Crucificado, repercuten en nuestra vida de Carmelitas en Medio Oriente?

En primer lugar, tenemos el corazón abierto a los dones que el Señor quiere darnos en este tiempo favorable, en este “kairos” que se nos ofrece para que el Reino de Dios se haga  más presente en nuestra tierra, para que nuestra conversión se intensifique. La oportunidad de volver a la fuente de nuestro llamado, de revivificar nuestra unión al Señor, nuestro primer amor, es una bendición. Vemos la importancia que la Iglesia otorga a la vida consagrada, y si en ciertos períodos de la historia esta vocación especial en el pueblo cristiano ha sido puesta en sordina, ahora está puesta sobre el candelero para iluminar toda la casa. En relación a otras vocaciones, no es más, ni es menos, sino que es un llamado particular y es bueno que todos los bautizados se unan a esta acción de gracias. Todas las vocaciones no son idénticas, esa es la belleza del Cuerpo eclesial. Santa Teresa, Mariam, pueden testimoniar de ello.

Los acontecimientos de este año, comenzando por el 28 de marzo, nos ayudarán a intensificar nuestra vida entregada en el Carmelo por la Iglesia y por el mundo. La alegría compartida entre hermanos y hermanas en estas ocasiones festivas nos dicen una y otra vez que todos esos dones se nos han dado para ser entregados y para que fructifiquen.

Dites à l’Esprit Saint que vous l’aimez, dites-lui : Esprit Saint, je t’aime !
On ne dit pas beaucoup, pas assez, à l’Esprit Saint que nous l’aimons. Nous le disons à Jésus, à la Vierge Marie …

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