Jesucristo, por su Encarnación , ha hecho que seamos sus hermanos: es así que cuando él ama a su Padre, cuando el hace su voluntad hasta el final, también nosotros amamos al Padre, entramos en su designio de amor, somos salvados. Espiritualmente, entre Cristo y sus miembros no hay ninguna ruptura, ya que Él forma con ellos una sola persona mística. Todo lo que Él hizo, padeció, ofreció , pertenece también a los miembros de Cristo, como las acciones de un hombre pertenecen a toda su persona .
Y esta gracia de la comunión, de participación en la pasión salvadora de Cristo, la recibimos a través de su santa humanidad,
a través de su oración, “alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, ha llegado la hora” Jn 17,1
su paciencia con sus discípulos ” Hijitos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros.” Jn 13,33
su cuerpo ofrecido en la última Cena : ” Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros” Lc 22:19
su soledad: “Entonces los discípulos le abandonaron todos y huyeron” Mt 26,56
sus heridas , heridas dolorosas y gloriosas que dejan transparentan el amor indecible de Dios por nosotros.
Santa Teresa del Niño Jesús amaba contemplar largamente las bellezas ocultas de Jesús (ella decía que allí se sumergía): “Su rostro estaba como escondido… Celina, hoy también lo sigue estando, pues ¿quién comprende las lágrimas de Jesús…? (…) ‘ «Ábreme, hermana mía, esposa mía, que tengo la cabeza cubierta de rocío y mis rizos del relente de la noche» (Cantar de los Cantares). Eso es lo que Jesús nos dice al alma cuando se encuentra abandonado y olvidado. ¡El olvido!, creo que eso es lo que más pena le produce… (…) Ah ! ¡Qué sonrisas, las lágrimas de Jesús…! ” (Carta 108)
La muerte del Señor Jesús es por nuestra salvación, su resurrección para que tengamos vida : hagamos memoria de su Pasión, hagamos memoria del poder de su resurrección “con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús” ( Ef 2,6 ) . Nosotros somos sus miembros y es por esto que nos sentamos con Cristo junto a Dios Padre.
Que la celebración de estos días santos haga crecer nuestra fe, reavive y aumente nuestro amor fraternal y que la celebración de la Pascua resplandezca sobre toda la humanidad como gracia de vida!