Oración de abandono
Déjame Señor,
Seguir ciegamente tus senderos
No quiero buscar comprender tus caminos;
Soy tu hija,
Tú eres el Padre de la sabiduría
Y eres también mi Padre,
Y me guías en la noche;
Llévame a ti.
Señor, que se haga tu voluntad:
Estoy lista!
También si en este mundo
No apagas ninguno de mis deseos,
Tú eres el Señor del tiempo,
El momento te pertenece,
Tu eterno presente quiero hacerlo mió,
Realiza en mi
Lo que en tu Sabiduría prevees:
Si me llamas al ofrecimiento en el silencio,
Ayúdame a responder,
Haz que cierre los ojos
A todo lo que soy,
Para que, muerta a mi misma,
No viva sino para ti.
Al Espíritu Santo
¿Quién eres Tu, dulce luz que me llenas
E iluminas la oscuridad de mi corazón?
Tú me conduces como la mano de una madre,
Si tú me dejas,
No sabría dar un paso.
Tú eres el espacio:
Encierra y custodia mi ser.
Sin ti
Caería en el abismo de la nada,
Del que tú me has llamado a la luz.
Tú eres más cercano que mi misma,
Más íntimo que mi propia intimidad
y aun inalcanzable e incomprensible
y que a todo hombre haces renacer
Espíritu Santo ¡Eterno Amor!