Guiado(a) por Teresa, acompañe a Jesús en el Camino de la Cruz: “ se esté allí con El, acallado el entendimiento.
Si pudiere, ocuparle en que mire que le mira, y le acompañe y hable y pida y se humille y regale con El .” (V 13,22)
AL OBISPO DE ÁVILA CON MOTIVO DE LA APERTURA
DEL AÑO JUBILAR TERESIANO
Vaticano, 15 de octubre de 2014
A Monseñor Jesús García Burillo
Obispo de Ávila
Ávila
En esta Tierra Santa, donde cada una de nosotras unidas a miles de peregrinos nos hacemos los contemporáneos de Jesús, caminando por sus caminos, y viviendo en su mismo pueblo, es Teresa quien nos anima a vivir la aventura de ir al encuentro de la humanidad de Cristo.
Animamos encarecidamente la lectura de las obras de Santa Teresa, que el contacto directo con los escritos de la Santa Madre y su lectura sapiencial nos permitan avanzar más profundo en la aventura humana y espiritual que ella misma vivio y que hoy nos propone.
INFORME «DE STATU ORDINIS»
Definitorio General Extraordinario
Ariccia, 5-12 septiembre 2011
A casi dos años y medio de distancia del Capítulo General de Fátima, una vez finalizada la primera fase de «exploración» de la Orden por medio de las visitas fraternas de los Definidores y los encuentros regionales a los que también yo he participado, y después de la celebración de los Capítulos Provinciales de este año, es oportuna una pausa para reflexionar sobre la situación de nuestra Orden.
Queridas hermanas, en esta mi primera visita a Tierra Santa he tenido la gran alegría de encontrarlas, de ver los lugares en los cuales viven, de compartir con ustedes pensamientos, proyectos y deseos. Ha sido un don que me ha enriquecido y del cual agradezco al Señor y a cada una de ustedes. En adelante cuando piense en la Tierra Santa tendré siempre en mente vuestras comunidades fraternas y orantes.
Que seáis de veras como ella fue y quiso llamarse —y como yo deseo se la llame— Teresa de Jesús.
Vivid con alegría y orgullo vuestra vocación eclesial, rezad unas por otras y ayudaos.
Vuestras comunidades de clausura, con su propio ritmo de oración y ejercicio de la caridad fraterna, en donde la soledad se colma de la suave presencia del Señor y el silencio prepara el espíritu para la escucha de sus sugerencias interiores, son el lugar donde cada día os formáis en este conocimiento amoroso del Verbo del Padre.
Dad testimonio de la belleza y fecundidad misionera de vuestra vida escondida con Cristo en Dios del valor de la oración de intercesión y de la inmolación silenciosa en torno a la Eucaristía, centro de la Iglesia universal y de las Iglesias particulares, para ser, como anhelaba Teresa de Lisieux, el amor en el corazón del Cuerpo Místico.
Escuchar a Cristo y adorarlo lleva a hacer elecciones valerosas. El llama a algunos a dejarlo todo para que le sigan en la vida sacerdotal o consagrada. Quien advierte esta invitación no tenga miedo de responderle “sí” y de seguirle generosamente.
Ser testigos del amor contemplado en Cristo